Cuánto engordan livianos y pesados según el procesado del maíz

27/03/2023

Un estudio revelador para el feedlot argentino evaluó el desempeño de diferentes tipos de novillos que recibieron dietas a base de grano entero, partido, húmedo y rolado al vapor. “Medir su efecto en la ganancia diaria y en la conversión alimenticia y verificar si las mejoras están condicionadas por el tamaño del animal, es clave en tiempos de cereal caro”, plantean desde Biofarma.

Biofarma
es una empresa de nutrición animal con más de 40 años de trayectoria
que cuenta con un feedlot experimental, en Jesús María, Córdoba, con el
objetivo de generar información para contribuir a mejorar la eficiencia
de la ganadería intensiva. El Ing. Agr. Juan Manuel Bollatti, Gerente
técnico del centro de investigación, presentó los resultados de un
estudio inédito que combina distintos grados de procesamiento del grano
de maíz con las principales categorías que faena el país. Una
información estratégica para tomar decisiones en la nueva era de
alimentos caros.
“El
maíz es el 70-80% de la dieta del feedlot y hay numerosos trabajos que
indican que el solo hecho de procesarlo tiene un alto impacto en el
engorde. Pero la idea fue cuantificarlo con rigor científico, en una
muestra representativa de los modelos productivos del país, comparando
sus efectos en novillos livianos y pesados”, planteó a Valor Carne el
joven profesional, con estudios de posgrado en los Estados Unidos,
aludiendo a la importancia de contar con evidencias locales de la
performance animal cuando se pasa de grano entero a quebrado, grano
húmedo y rolado al vapor.¿Cómo se suministra el grano? “En
la Argentina, una buena parte de los productores procesa el grano, ya
sea como quebrado o húmedo, sin embargo, un gran número aún lo utiliza
entero, sin ningún grado de tratamiento. Si bien esta modalidad es
predominante en feedlots de menor escala, también se observa en los de
mayor tamaño”, afirmó, detallando que la limitada adopción de esta
práctica se ampara en varias justificaciones.“Se habla del
trabajo y el costo extra que significa. A esto se suma la falta de
información reciente y que algunos estudios de hace unos años mostraban
diferencias menores o nulas entre grano entero y procesado. También se
oye que, con hacienda liviana, la más difundida, no es necesario
procesar. Pero no es lo que demostramos con nuestro ensayo”, argumentó
Bollatti.Históricamente, el maíz fue barato en el país, pero las
fuertes subas de los últimos tiempos, que probablemente sean de largo
plazo, están haciendo repensar a cualquier productor las prácticas que
se aplican.

La experiencia

El
Centro Experimental de Nutrición Animal de Biofarma (CENAB) está
diseñado para hacer estudios con hasta 2.000 mil animales y posee 12
colaboradores entre técnicos y personal de apoyo, abocados
exclusivamente a la investigación. Con infraestructura de avanzada,
cuenta con el primer equipo de rolado al vapor del país, con fines no
sólo experimentales, sino también productivos.El ensayo se basó
en una muestra de gran tamaño y un protocolo de trabajo estricto como
para obtener conclusiones consistentes. “Se trabaja con la idea de que
todos los estudios puedan ser publicados en revistas científicas
nacionales e internacionales de producción animal, de modo que la
información esté validada y disponible para productores y técnicos”,
aseveró Bollatti.
¿Cómo se diseñó el experimento? Participaron
392 animales británicos que llegaron desde distintos establecimientos
de Buenos Aires y La Pampa. Aplicando un diseño de bloques al azar, se
formaron 28 corrales con 14 novillos cada uno, separando los livianos,
que ingresaron con 250 kg promedio y los pesados, con 380 kg promedio.
Los distintos tipos de procesamiento de granos fueron asignados en forma
aleatoria para medir su efecto en el engorde y la interacción con la
categoría animal.Todos los tratamientos consistían en la misma
dieta base, compuesta por burlanda, silaje, alfalfa e igual proporción
de maíz, sólo se diferenciaban en la forma en que se utilizaba el grano,
cuatro en total. Uno, grano entero sin procesar; dos, grano seco
quebrado hasta un tamaño de partícula de 2 mm; tres, grano húmedo,
cosechado con 27% de humedad, quebrado y compactado; y cuatro, maíz
rolado al vapor, cocinado y aplastado.Tanto el grano húmedo como
el rolado al vapor fueron mezclados con una cuarta parte de quebrado
seco. En el primer caso, para optimizar sus efectos y reducir el riesgo
de acidosis, y en el segundo, si bien es más seguro, para trabajar en
situaciones comparables entre ambas.“Armamos las dietas según la
literatura previa y, a la vez, imitando las que podría utilizar
cualquier productor en su establecimiento, incluso en el feedlot
comercial de Biofarma que complementa y da sustentabilidad al centro
experimental”, comentó Bollatti.

Derribando mitos

Tras
100 días de engorde, con mediciones a campo y en la industria, los
resultados obtenidos en materia de procesamiento se alinearon con la
revisión bibliográfica.“Demostramos que el tratamiento del grano,
ya sea quebrado seco, grano húmedo o rolado, no sólo optimiza la
ganancia diaria y la conversión alimenticia, sino la producción de carne
y el grado de terminación de la res, comparado con el grano entero”,
señaló.A modo de ejemplo, se registró una mejora en la conversión
de 11% para maíz quebrado, 18% para maíz grano húmedo y 17% para rolado
al vapor, respecto al maíz entero. A su vez, hubo otro salto de 7% para
maíz húmedo y de 6% para rolado al vapor, comparado con el maíz
quebrado.“Entre el grano húmedo y el rolado a vapor los
resultados fueron prácticamente los mismos, lo cual resalta la fortaleza
del primero, una tecnología disponible para todos y que muchos feedlots
ya utilizan. En nuestro caso, el húmedo se complementa con el rolado a
vapor, que aporta otros beneficios como una producción constante a lo
largo del año, además de reducir riesgos de acidosis, aún con alta
inclusión, así como una mayor palatabilidad”, subrayó.Para Bollatti, la principal conclusión es que la mejora en la performance es independiente del tamaño del animal. “La
diferencia entre tratamientos es menor en hacienda liviana, pero de
cualquier manera existe y esto es clave porque se trata de un negocio de
márgenes muy reducidos, de centavos. Al contrario de lo que muchos
piensan, procesar el grano es tan importante en animales livianos como
en pesados”, destacó, presentando uno a uno gráficos ilustrativos con
parámetros por categoría.

La ganancia del peso vivo
Se
registra un marcado incremento en las ganancias de peso diarias a
medida que aumenta el grado de procesamiento del maíz, en ambas
categorías. “En el gráfico, se puede observar claramente como la falta
de tratamiento del grano limita la ganancia diaria. Recuerdo una nota
del Ing. Agr. Pordomingo, en Valor Carne, allá por
el año 2020, donde identificaba esta misma problemática, bueno, ahora
la pudimos evaluar y cuantificar en un mismo ensayo”, señaló Bollatti.

La conversión alimenticia


La
conversión también mejora con el procesamiento, sobre todo en animales
pesados, con un efecto más marcado cuando se pasa de grano entero a los
otros tratamientos. En los livianos la diferencia del grano entero respecto del quebrado es menor, pero significativa. “En ese sentido, nuestro ensayo derriba un mito que condiciona la producción de carne de consumo”, aseveró.

El peso de la res


El
peso de la res, así como el área de ojo de bife, aumentan con el
procesado (de 11 a 21 kg más por cabeza). “El costo de reposición de la
hacienda es cada vez más importante, un desafío que se suma al alto
precio del grano. Por eso, una práctica que nos permita maximizar la
productividad individual es fundamental para el negocio”, afirmó.

El engrasamiento



Para
novillos británicos, el nivel de grasa dorsal adecuado es de 7-8 mm en
livianos y de 9-10 mm. en pesados. “Con el grano entero lleva más días
lograr el mismo grado terminación que con el procesado, estrategia que
permite enviar antes los animales a faena”, advirtió.Para
finalizar, el Ing. Agr. Marcelo Vilosio, Gerente General de Biofarma,
resaltó que ganar eficiencia en el engorde justifica la mejora en
infraestructura alimentaria.  “Pienso que muchas veces no se tomaban
este tipo de decisiones, porque no conocíamos cuál era el impacto que
lograríamos en nuestros modelos productivos. Como empresa de nutrición
animal, en el día a día con el productor, vimos que faltaba esa
información y ahora, con este ensayo y otros que estamos haciendo, va a
tener más herramientas para encarar los desafíos que enfrenta la
ganadería intensiva. Las puertas de nuestro centro experimental están
abiertas para que todos puedan ver y evaluar nuevas tecnologías”,
concluyó.Por: Ing. Agr. Liliana Rosenstein


Editora de Valor Carne
Nota original publicada en Valor Carne






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